WENN DIE ROBOTER KOMMEN

Der Text basiert auf einem Interview in der Wochenzeitung  DIE ZEIT mit dem Ökonomen Jens Südekum und dem Internet-Unternehmer Frank Thelen

Es ist ein altes Thema, das in der Geschichte immer wieder auftaucht, dass die Maschinen den Menschen überflüssig machen würden, so wie der Traktor das Arbeitspferd überflüssig gemacht habe. Dennoch ist uns die Arbeit nicht ausgegangen. In Deutschland ist die Beschäftigung heute so hoch wie nie zuvor. Bislang hat keine Erfindung, keine Innovation zum Verlust von Arbeitsplätzen geführt. Aber das wird nicht so bleiben, weil verschiedene Innovationsprozesse in einer historisch nie dagewesenen Weise zusammenkommen, in der Robotik, der künstlichen Intelligenz, dem 3-D-Druck. Wir stehen an einem Wendepunkt, so wie damals, als der finnische  Telefonkonzern Nokia so gut ging wie nie – und dann auf einmal das iPhone kam. Damit haben die Leute bei Nokia nicht gerechnet.

Wir haben heute viele Leute, die in der Bauwirtschaft tätig sind. Bald aber werden massenweise Häuser aus dem 3-D-Drucker kommen, genau wie Möbel. Da werden Millionen Jobs wegfallen. Oder nehmen wir Mytaxi, eine App, über die sich Kunden direkt ein Taxi bestellen können. Diese simple Idee hat in den Taxizentralen viele Arbeitsplätze überflüssig gemacht.

Deutschland ist neben Süskorea und Japan das am meisten automatisierte Land. Seit 1994 sind in der Industrie 280.000 Arbeitsplätze verloren gegangen. Entscheidend ist: Die Menschen konnten sich anpassen. Sie wurden gröβtenteils nicht entlassen, sondern umgeschult. Und die jüngeren Leute haben sich andere Berufsfelder gesucht. So wie früher die Töchter und Söhne der Bauern keine Bauern mehr wurden, sondern Handwerker.

Die heutige Situation erfordert jedoch: Wir benötigen ein Grundeinkommen.

Wenn die Arbeitsplätze wegfallen, brauchen wir ein Grundeinkommen, vor allem dann, wenn 20, 30 oder 50 Prozent der Bevölkerung nicht mehr sinnvoll etwas erwirtschaften können. Das muss so hoch sein, dass die Menschen angstfrei leben können. Sie sollen auch reisen und sich fortbilden können. Das Grundeinkommen muss über Steuern finanziert werden. Eine Steuer auf die Produktivität, also auf den Einsatz von Maschinen. Das allergröβte Problem dabei ist der Sinn des Lebens: Was machen Menschen, die ein Grundeinkommen erhalten? Heute leben wir davon, dass wir beruflich aufsteigen. Es wäre schlimm, wenn wir weniger Arbeit hätten, weil wir uns jahrtausendelang über Arbeit definiert haben. Wenn wir es aber schaffen, diese neue Situation mental zu verarbeiten, dann sind wird frei.

Oder vorsichtiger formuliert: Warum sollten wir in Zukunft nicht die Viertagewoche oder den Sechsstundentag einführen?

Lohnt es sich eigentlich noch eine Fremdsprache zu lernen, wenn der PC von einer in die andre Sprache übersetzt?

In der Sprachschule ESPACIO ALEMÁN in  Zaragoza sind wir davon überzeugt, dass es sich lohnt Deutsch zu lernen.

 

Nach: DIE ZEIT v. 11.04.2019, Interview v. Kolja Rudzio und Mark Schieritz

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CUANDO  LLEGUEN LOS ROBOTS

El artículo se basa en una entrevista publicada en el semanario DIE ZEIT realizada al economista Jens Südekum y al  empresario de internet Frank Thelen

Se trata de un tema muy antiguo que se repite en el tiempo: las máquinas suplen a las personas, tal como el tractor suplió al caballo en el campo. No obstante, nunca hemos estado sin trabajo. En Alemania la tasa de empleo es tan alta como nunca antes. Hasta ahora ningún invento, ninguna innovación nos ha llevado a la pérdida de puestos de trabajo. Pero esta situación no va a perdurar, puesto que van a coincidir de una manera única en la historia distintos procesos de innovación tanto en la robótica, como en la inteligencia artificial, o en la impresión 3D. Nos encontramos en un momento de cambio, tal como le ocurrió en su día a la multinacional finlandesa Nokia, que se encontraba en una situación óptima como empresa, cuando apareció de repente el iPhone. Con esto no se había contado en Nokia.

Hoy en día mucha gente trabaja en la construcción. No obstante, pronto obtendremos masivamente las nuevas casas mediante impresora 3D, al igual que ya ocurre con los muebles. Desaparecerán millones de puestos de trabajo. Otro ejemplo es Mytaxi, una aplicación para pedir un taxi directamente. Esta idea tan sencilla hizo que sobraran muchos puestos de trabajo en las centrales de taxi.

Junto con Corea del Sur y Japón, Alemania es el país más automatizado del mundo. Desde 1994 se han perdido 280.000 puestos de trabajo en la industria. Lo importante en este aspecto ha sido que los trabajadores han sabido adaptarse. A lo largo de estos años, la gran mayoría de estos trabajadores no fueron despedidos, sino que fueron readaptados mediante nueva formación. La gente joven se ha ido buscando  actividades profesionales alternativas, tal como hicieron antes los hijos de los agricultores que ya no se dedicaban al campo, sino que se hacían artesanos o buscaban otras profesiones.

Pero, independientemente de toda esta situación, resulta obvio que precisamos unos ingresos básicos de subsistencia garantizados.

Si algunos puestos de trabajo desaparecen, necesitamos contar con unos ingresos básicos  garantizados, sobre todo si un 20, un 30 o  un 50 por cien de la población activa ya no es capaz de emplearse dedicarse en las nuevas profesiones a una producción gratificante. Estos ingresos básicos tienen como objeto proporcionar  a las personas una vida digna . Los receptores deben estar en condiciones de poder viajar y formarse. La financiación debería ser vía impuestos. Un impuesto sobre la producitividad, es decir, sobre el empleo de máquinas. El mayor problema que se nos presenta en este contexto es el de darle sentido a  la vida: ¿qué pueden hacer las personas que reciben unos ingresos básicos del Estado? Hoy vivimos con la ilusión de ascender profesionalmente. Sería una pena si tuviéramos  menos trabajo, ya que durante miles de años nos hemos definido con relación al  trabajo. No obstante, si logramos adaptarnos mentalmente a esta nueva situación, entonces seremos  más libres.

O formulado de manera más cautelosa: ¿por qué  no introducir en el futuro la semana laboral de cuatro días o la jornada de seis horas? ¿Merece la pena aprender un nuevo idioma si un  ordenador  puede traducir  más  o menos bien de un idioma a otro?

En la academia ESPACIO ALEMÁN de Zaragoza estamos convencidos que sí merece la pena aprender alemán.